viernes, 20 de abril de 2012

viernes, 6 de abril de 2012

Cómo escapar por la puerta de atrás

Dudo más de lo que parece y lloro más de lo que crees. Escucho palabras llenas de hipocresía y bondad camufladas de compasión. De un cuando puedo no quiero y cuando no puedo asumo las consecuencias de lo que hice un día del que todavía no puedo olvidarme, y del que tal vez me arrepienta siempre. Por haberme acelerado, por no haber aprendido nunca a decir que no. Pero seguimos con esto, con una autosinpasión repleta de palabras bonitas pero vacías también. Que aunque a veces miento por despecho los te quiero que dedico siempre los acompaña un estoy segura de ello. Pero los tuyos vienen con un debo decirlo atado con cinta americana. Y debo confesarte que yo también escribo para desahogarme e inhundar la vida de palabras y no de lágrimas. Aunque hace tiempo que no hay quién entienda lo que escribo, porque ya no me entiendo ni yo. Porque un día apareciste para crearme este desorden mental, que no sé ni lo que quiero, pero te quiero a ti. Que lloro en silencio por miedo. Y el miedo siempre me persigue.