lunes, 24 de diciembre de 2012

PractíCameamoR

A veces trata de la absoluta transparencia y de las vendas. De cuando no ves lo que tienes delante y necesitas ojos ajenos para aclararte las ideas.

Y a veces tenemos tres pies, y cuatro, y cinco con los que tropezar.

A veces solo estás tú cuando el mundo me da la espalda.

Por eso sé que no te lo puedo agradecer lo suficiente, porque todos queremos querer a quien no queremos. Porque un día todos quisimos a quien no debimos querer y nuestras vidas se vieron truncadas.

Tardamos demasiado en darnos cuenta de lo difícil que es amar de verdad cuando ya lo hemos hecho antes.
Es droga pura y dura.
Es dolor. Es puta desesperación. Es necesidad.

Adicción a la peor de las torturas chinas. Es el cielo y el infierno lo que mueve el mundo.

Y vamos por la vida buscando manos delicadas que nos junten los pedazos de un corazón que ha sufrido demasiado daño. Y una voz que nos prometa que son solo cicatrices y heridas que solo necesitan su saliva.

Que más temprano que tarde te volverás a enamorar.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Ni te quiero ni te olvido

Hubo veces en las que yo me sentía peor que tú, en las que los momentos más bonitos a tu lado eran al mismo tiempo los más amargos.

Nunca te diste cuenta.

Tú dejaste de cumplir promesas. Yo me prometía de todo para poder incumplirlo también.
Me prometí dejar de fumar.
Me prometí dejar de lado mis tardes de alcohol.
Me prometí dejar todas mis malas costumbres. Como pensar en ti.

Y lo hice. No he cumplido hasta ahora ninguna de mis promesas.
Ni siquiera cumplí la promesa que te hice a ti.
Y espero que la recuerdes.

Te prometí que nunca perderíamos el contacto, que podría pasar cualquier cosa excepto la que ambos odiábamos.

Odiábamos que las personas más importantes de nuestras vidas, las que nos habían hecho ser como éramos con sus ventajas y sus consecuencias. Las que habían formado parte de cada una de las etapas más intensas y espectaculares que habíamos vivido, un día cualquiera, en el momento más inesperado y como si fuese un mal truco de magia, parecían haber olvidado hasta nuestros nombres.

Odiábamos eso de que nuestros mejores recuerdos pareciesen repentinamente no haber existido nunca.
Odiábamos vernos obligados a no poder dirigir ni una sola palabra a esas personas que tanto pudimos querer, o incluso amar.

Por eso te hice esa promesa, sentada sobre ti en aquel banco cercano al lugar donde habías aparcado el coche. Una tarde de diciembre a las ocho y media de la tarde. Besándonos entre el castañeo de nuestros dientes. Justo cuando viste a tu ex-novia pasar delante de nosotros.

Hoy, casi tres años después sigo recordándolo. Y sé, que si no hemos vuelto a vernos, aunque si nos hemos mirado en la distacia, con tristeza por mi parte, por la tuya no lo sé. Es porque nunca podremos hacer realidad aquella promesa que rompí por razones que tal vez un día te explique si es que me estoy equivocando, o que quizás escriba en este blog. 

A fin de cuentas tengo muchas cosas que agradecerte.

Al final no me hiciste sufrir en vano.


viernes, 26 de octubre de 2012

Volveremos a encontrarnos

A veces pienso y me da pena, todo eso que pasó sin darnos cuenta.

Éramos idiotas dándose la espalda. Mirábamos hacia lados tan opuestos que solo pudimos descubrirnos cuando cada uno ya había encontrado su pedacito de compañía para las tardes de café.

Yo aprieto mis labios. Tú. Tú aprieta tus ganas.
Que ahora tenemos la calma.

Y ya no son tus besos a escondidas.
No son las mentiras por despecho.
Ni esas excusas tan malas para que yo te abrazase.

No son las noches de alcohol y desequilibrio, cuando tú me cogías la mano y me pedías que confiase en ti. Cuando no me llevabas lo suficientemente lejos para perdernos. Porque lo que tú buscabas era perder a los demás.

O cuando yo te hacía prometerme que no me besarías, porque sabía que incumplirías la promesa.

Nos hicimos irresistibles.
Pero también nos hicimos lo prohibido. Tanto que de intentar olvidarnos terminamos olvidándonos.

Nos olvidamos de todo.

Y ahora que me da por recordarte, y recordar lo que me hacías sentir, cuando te leía o cuando te besaba. Y que todavía nos tenemos olvidados. Creo que te echo de menos.

Fue intenso como nuestras tardes de café. Y duró lo que dura una cerveza en tus manos.

Pero no te quise tanto como a quien consiguió que te olvidase.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Tu puta distancia

No sé si es peor arriesgarme tanto a perderlo o acabar perdiéndolo porque eso es lo que merezco.

Vida ha tenido que darme tantas segundas oportunidades que ya me la juego a ciegas, es ese comodín que tienes y que un día cualquiera te lleva a cagarla de verdad. Y con un terrible dolor de cabeza.

Ya puestos tortúrame un poco más. Vida.

Y me topo con ese jodido afán de hacer de tripas corazón y de corazón tripas, para buscarme yo sola las ganas de no sonreir. Porque me parece la mar de divertido y cotidiano.

Permíteme decirte, Vida, que creí que esta vez me judgarías mejor. Que comprenderías que del dolor también se puede vivir. Que escribo muchas estupideces muy carentes de sentido. Que las palabras tristes me salen mejor.

Porque yo soy así, me mola eso de estar tocando fondo porque así es difícil hundirse más.

Porque las sonrisas están sobrevaloradas y yo me valoro muy poco.

Porque esta es la manera de interpretar el miedo. Tú en la superficie. Yo en el fondo. Y ya casi ni te toco.

martes, 14 de agosto de 2012

La vida en cicatrices olvidadas

Hace unos días volví a reencontrarme con mi pasado. Un pasado que creía olvidado pero no. Un pasado que escribí sobre unas páginas que deseo ver arder.

Hace unos días sólo buscaba un mechero que me ayudase a volver a olvidarlo. Hoy lo busco a él.
Porque hay pasados que no se pasaron bien, y presentes que son como esa segunda oportunidad que en otras circunstancias no te darían. Y yo en este presente he tenido la suerte de encontrarlo. Sí. De encontrar a esa persona que merece los mejores pasados, los mejores presentes y los mejores futuros.
Futuros que con suerte, continuarán siendo a mi lado.


Él me devolvió una vida que hace tiempo di por perdida. Él me ayudó a enfrentarme a mis problemas y a mis miedos. Hizo magia con mi corazón, lo hizo desaparecer con todos sus rasguños, heridas, y cicatrices a las que aún les faltaba tiempo para curar. Me dió uno nuevo y me enseñó lo que de verdad era el amor. Un amor que no duele y no mata. Un amor inofensivo que cumple su verdadera función. Amar.

Y ya no se cansa de hacerlo.








Te quiero Manuel.






miércoles, 13 de junio de 2012

Cuatro

No estoy segura de que pueda llegar ese día en el que él realmente sea consciente de lo que ha supuesto eso de que apareciera en mi vida. 
 Yo solo sé que este mutilado corazón cada vez tiene más ganas de ti.

viernes, 20 de abril de 2012

viernes, 6 de abril de 2012

Cómo escapar por la puerta de atrás

Dudo más de lo que parece y lloro más de lo que crees. Escucho palabras llenas de hipocresía y bondad camufladas de compasión. De un cuando puedo no quiero y cuando no puedo asumo las consecuencias de lo que hice un día del que todavía no puedo olvidarme, y del que tal vez me arrepienta siempre. Por haberme acelerado, por no haber aprendido nunca a decir que no. Pero seguimos con esto, con una autosinpasión repleta de palabras bonitas pero vacías también. Que aunque a veces miento por despecho los te quiero que dedico siempre los acompaña un estoy segura de ello. Pero los tuyos vienen con un debo decirlo atado con cinta americana. Y debo confesarte que yo también escribo para desahogarme e inhundar la vida de palabras y no de lágrimas. Aunque hace tiempo que no hay quién entienda lo que escribo, porque ya no me entiendo ni yo. Porque un día apareciste para crearme este desorden mental, que no sé ni lo que quiero, pero te quiero a ti. Que lloro en silencio por miedo. Y el miedo siempre me persigue.

lunes, 12 de marzo de 2012

DO.RE.MI.TÚ.

Tu y yo seguimos aquí, desnudando amaneceres. Inventando nuevas notas, pentagramas de diez líneas, y comenzando la partitura por la clave de Tú, que es más agudo que Mi y que se dibuja con tres cuartos de corazón y media lágrima pendiente de un sí, o de un no que resulte ser un nosotros. Así nos entendemos, porque no somos de sostenidos, ni nos gustan las blancas, esas que duran más pero en el fondo están vacías. Yo prefiero las corcheas, para estar siempre a medias. Para que un día vengas tú a convertir mi nota en la clave musical de tu vida.



Mejor si dejamos de jugar con notas y empezamos a notarnos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Odi et amo

Perdóname si no te creo amor, es solo que a veces no me importa no encontrarte, ni me importa que me busques. Perdóname porque solo a veces lo que hay entre tu y yo apenas puede verse a través de un cristal cuando somos los dos, mirando desde el mismo lado. Perdóname porque si no supe quererte fue porque yo no quise. Pero ante todo perdóname por no estar contigo ahora.


Cuánto tiempo habremos perdido.