martes, 10 de diciembre de 2013

PAPÁ

No pienses que te has quedado a mitad de camino, si en él surgieron esas grandes piedras no fue tu culpa.
Cúlpate de haber hecho de mi alguien a quien admiro casi tanto como te admiro a ti.

Ahora que soy un poquito más de ti, de tus errores hechos pasos hacia adelante. Que me has enseñado a ser yo por encima de todo, a no ser orgullosa y no por ello perder mi dignidad. También me has enseñado a ser más lista que inteligente, y a querer siempre aprender más.

Me has enseñado cosas que aún no sé, pero estaré preparada cuando me toque aprender de ellas.

Tú ya sabes lo que vales, porque eres el "vale la pena" de cualquier persona hecho a imagen y semejanza de ti mismo.

Yo todavía soy tu pequeña aprendiz, y aunque tú no lo sepas, algún día alguien me escuchará y verá en mi la gran persona que yo veo en ti.

Entonces papá, te lo aseguro, entonces si que estarás orgulloso de mi.