miércoles, 21 de diciembre de 2011

Los gatos tienen siete vidas, pero la mía está en sus manos

Qué quieres que te diga si yo tengo más ganas que sonrisas y más miradas que palabras.
Y si te soy sincera, hoy tengo más claro que nunca que no tengo nada claro.
Excepto una cosa.
O dos.
La primera, tengo miedo.
La segunda, no estás.
Y esa tercera que siempre llega por la cara: Te quiero.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Historia by Daniel Dehesa Moreno y Patricia Camino Ruiz

  •  -Un día más en la fría capital, de nuevo hasta los huevos de tanto compañero tocapelotas, con sus jijijis y sus jajajas y todas esas tonterías que nunca tienen gracia. Me dispongo a salir de la oficina, y estoy dispuesto a pararme en cualquier esquina donde me ofrezcan un poco de calor.
  • -Todo parece más frio de lo normal en esta gélida mañana de diciembre, tras pasar por una tasca decido entrar, parece un sitio agradable para gente sin futuro, un sitio donde simplemente ahogar las penas y pasar el tiempo sin molestias de nadie
  • - Esque no sé por qué, pero hoy prefiero el calor del alcohol, al calor humano. Aunque aquí no paran de pasar mujeres con cara de estar dispuestas a todo. +Lo siento, hoy no me hacéis falta.
  • -Whisky tras whisky mis penas parecen ahogarse un poco más, pero no puedo evitar que mi cabeza piense constantemente. Tranquilamente sin moverme de la entrada, veo entrar a alguien por la puerta, un hombre que por la expresión de su cara parece necesitar la bebida más que yo.
  • -Tanteo unos instantes la posibilidad de acercarme, no sé si prefiero soledad o comprensión. Quizá me anime hablar de todo esto, total, no pierdo nada.