domingo, 2 de junio de 2019

Puede que ni escribas sobre mí. De hecho es lo más probable. Sin embargo te leo y encuentro fuerzas y recuerdos de un yo que no me da vergüenza.

No podría decirte con exactitud cuantos años han pasado desde aquella noche. Pero me recuerdo perfectamente mientras me alejaba orgullosa de ti, plenamente consciente de que ambos sabíamos que aquellos chicos miraban mi culo de la misma forma que lo hacías tú. Supe que disfrutaste ese momento. Es curioso como acontecieron los hechos siguientes. Todavía soy incapaz de explicarlo.
Creo que sabía que sería algo fugaz y emocionante, y pese a las veces que me negué a que sucediera no me arrepentí.

Todo quedó en ese beso que no pudo repetirse aunque ambos nos muriésemos de las ganas. Y eso resultó ser aún más excitante. El beso perfecto guardado inútilmente en la memoria.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario