martes, 1 de marzo de 2011

DON'T BELIEVE EVERYTHING YOU HEAR

Nunca me paré a pensarlo, quizá me mentía, quizá lo hacía desde hace tiempo. Y sus mentiras eran como un veneno a largo plazo, algo que sin darme cuenta iba consumiéndome lentamente. Tal vez hubiera una razón, y también una pregunta, y con todo ello una respuesta que no esperaba.
Pero después, tal como ha de ser, llegó el dolor, las ganas de llorar y los malditos recuerdos de días perfectos que ahora solo pueden destruirme más, algún día se desplomará ésta torre. Miro el reloj, y sin escuchar su mísero murmullo, tic tac, logro no pecar de ignorancia, las horas, los minutos, el tiempo siguen pasando, y no hay vuelta atrás, no hay retorno.

Y mientras tú te me escapas, él se acerca más a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario